miedo

Embaucado en mis sabanas en la oscuridad de mi cuarto, estrujaba mis ojos mientras un frió mordaz me acurrucaba, mi corazón se aceleraba con cada segundo que pasaba, mis ojos poco a poco se lamentaban y paulatinamente lloraban.

A veces siento miedo de que mis sentimientos se vuelvan una anarquía total.

Suena como una locura absoluta, pero es que este miedo ha ido creciendo conmigo obligándome a desistir de esto tan lindo que mi corazón quiere sentir y mi razón lo obliga a resistir.

Como quisiera sojuzgar ese sentimiento que me saca de razón, y poderle decir ¡BASTA! No tienes más derecho a mandar porque me vas a lastimar; si esto pudiese ser, las cosas serian distintas, el amor no causara este lamento y la vida de muchos no se extinguiera por la simple palabra “AMOR” palabra que estremece con solo escuchar.

Tal vez si tengo miedo a amar o a sufrir más que vivir.

Hoy siento miedo de no conocerme y verme al espejo y no encontrar a la misma persona de siempre.

Ansió pensar que no siento nada y que el amor puede ser un recuerdo que mi corazón matara con el tiempo.

No quiero sentir miedo.

Me niego a temer.

No quiero correr y sentir que todo se termina, que soy un tonto niño que busca asilo en un corazón bendito.

Me siento en un laberinto dando vueltas y vueltas sin encontrar la salida.

Sintiendo un miedo arrollador por un monstruo llamado “AMOR” que me persigue y quiere destruir mi corazón, porque se siente con un derecho que la vida le otorgo.

Una licencia para matar que le permite lastimar y destruir la vida de todo lo que se pone en su camino, derramando lágrimas y sangre a su paso.

Un monstruo que posee vida eterna y existe desde el primer suspiro en la tierra y que al parece existirá hasta el último.

Siento que estoy perdido y que muy pronto regresara por mí, necesito no sentir miedo.

Rubèn Hernàndez